Autor: Josefina Medina
26/09/2025 48 visualizaciones
En las Instituciones de Educación Superior (IES), la calidad juega un papel esencial debido a que integra desde la excelencia que posee un facilitador, la eficiencia administrativa del campus universitario, hasta el impacto de la investigación de la misma.
Es por esto que, la auditoría interna de los procesos como herramienta para asegurar la calidad, sobre todo en las Instituciones de Educación Superior (IES), se consolida como un mecanismo robusto, con el objetivo de asegurar que estas no solo cumplan con su misión, sino que también obtengan la acreditación y satisfagan las expectativas de participantes y de la sociedad.
Pero, ¿De qué manera el enfoque estratégico en la Calidad Educativa va más allá del cumplimiento, para convertirse en el motor principal de la mejora institucional?
En las Instituciones de Educación Superior (IES), una auditoría interna va mucho más allá de la verificación del cumplimiento normativo, administrativo, financiero y académico. Es una función trascendental, donde su valor realmente radica como una herramienta para asegurar la calidad en un enfoque más amplio y estratégico de acuerdo a los lineamientos de la Institución.
Con una perspectiva de 360 grados que permite evaluar los procesos de principio a fin, identificando no solo dónde existen oportunidades de mejora, sino también las causas de las inconformidades.
La alineación estratégica nos invita a visualizar la calidad como un departamento preventivo, sino como parte de una estrategia general de la institución. Un punto muy importante en el proceso de auditoría interna como herramienta para asegurar la calidad es la identificación de riesgos, esto con la finalidad de evaluarlos y que no se conviertan en un riesgo potencial, lo que reflejaría una mala calidad en el servicio brindado.
Analicemos:
Para que un proceso de auditoría interna sea auténtico y certero en el ámbito institucional, se deben de adoptar las siguientes prácticas:
Enfoque en la experiencia del participante:
Impulsar la cultura de la evidencia:
Ciclo de Mejora Continua – Autoevaluación.
La auditoría interna se debe de visualizar dentro de la institución como un compromiso tanto individual como de la empresa, debido a que es una inversión inteligente que involucra la sostenibilidad y la reputación. Esto se refleja como un espejo crítico y objetivo, brindando claridad y transparencia en el proceso, donde se aseguran los controles de calidad en el servicio ofrecido.
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