El Foro Económico Mundial proyecta que el 39% de las habilidades fundamentales actuales se volverán obsoletas para 2030, lo que nos lleva a preguntarnos cómo preparar a los estudiantes para un futuro aún incierto. La respuesta no reside en elegir entre la conexión humana y la innovación tecnológica, sino en integrar ambas de manera reflexiva.
Un error común y dañino en el discurso educativo es el temor de que la Inteligencia Artificial (IA) haga a los estudiantes perezosos o menos creativos. Esta narrativa, impulsada por la ansiedad, no reconoce el potencial transform