Las tecnologías modernas como la inteligencia artificial (IA) han captado la atención de los líderes de la educación superior, prometiendo beneficios para casi todos los interesados: estudiantes, sus familias, personal y profesorado. Estas innovaciones a menudo se promocionan como revolucionarias. Sin embargo, mientras los defensores de la tecnología se esfuerzan por implementar nuevos sistemas y procesos en el campus, el verdadero desafío radica en lograr que otros en la institución participen. Para aprovechar la promesa de la nueva tecnología, las instituciones deben primero fomentar una cultura de cambio.
La relación entre los líderes instit