La rápida introducción de la inteligencia artificial (IA) en las escuelas plantea una cuestión crucial para el sector educativo: ¿Quién debe guiar su integración, los educadores o las empresas que desarrollan las herramientas? Según una reciente encuesta de Gallup, el 60% de los profesores ya utiliza la IA, lo que les permite ahorrar alrededor de seis horas semanales. Sin embargo, también existen preocupaciones sobre cómo la IA podría alterar las prácticas de enseñanza fundamentales y si fomenta o ataja el pensamiento crítico.
Como respuesta, la Federación Americana de Profesores ha lanzado la Acad