Desafío
A pesar de las fuertes reformas y el crecimiento, Georgia continuó luchando con una débil innovación y competitividad. Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), que representan el 94% de los negocios, aportaron menos del 20% del PIB, limitadas por una baja productividad, una financiación escasa y bajas tasas de supervivencia. Las áreas rurales se quedaron atrás en el acceso a banda ancha y habilidades digitales, mientras que las mujeres enfrentaban mayores barreras para la participación. Estas brechas impidieron que Georgia aprovechara plenamente su potencial